He caminado tanto sin haberte encontrado...
he bebido de tantas fuentes sin haberme saciado...
he subido a tantos trenes sin haber llegado
al paraíso que sin buscar, hallé a tu lado.
Y es que eres tierra fértil
que absorbe la lluvia que no empapa,
eres mariposa en flor,
un canto a la vida,
un jardín de rosas y azucenas
coloreado con magia y sol.
Un disparo a la muerte,
un suspiro de divina virtud,
una verdad tan pequeña,
como grande eres tú.
Y en el abismo de tu desnudez,
en el insolente y provocativo
palpitar de tu carne y tu piel,
donde duerme mejor la luna
y sonríe la brisa al pasar,
donde en Primavera sueñan las estrellas
que nunca dejarán de brillar,
donde titilan mis ojos más que el cielo en una tempestad,
ahí quiero caer, sin ropa, sin alas,
vulnerable y mortal,
con el corazón y el alma,
herido de amor,
y fundirme contigo,
y entregarme de tu mano al placer y la pasión.