30 enero 2006,11:34
Versos para I.
Tantas amantes como noches tiene la luna
no exagero, y a todas las quiero por igual.
Flores que acariciaron su pelo dejé de contar,
a todas las amé y adoré hasta la locura,
todas ellas las quise de mis sueños arrancar.
Gotas de rocío que se perdían en su piel,
en su cara, en sus labios, en su boca de miel,
las adoré, sí, las adoré, y de usted las quise beber.
Sus suspiros, sus besos, sus plateados cabellos
que como un tesoro cuido y guardo con recelo.
Noches, sombras, espejismos, quimeras, sueños,
lluvias, tormentas, rayos de sol, otoño, invierno,
primavera, verano, sus sonrisas, sus llantos.
Adoro y amo todo eso, por ello vivo y muero.
Sus huellas en mi piel, sus madrugadas en mi cuerpo,
su mirada en mi mirada, el horizonte en un verso,
su voz en mi oído, enjaulada cual jilguero.
Sus ojos, sus ojos, centro de mi Universo,
los amo, los adoro, no mienten, son sinceros.
Tantas amantes como noches tiene la luna,
todas de su cuerpo, todas de su piel,
pero a usted, a usted la quiero más que a ninguna.

No se vaya, ya se ha ido, quería decírselo
aunque sé que lo sabe, quería decírselo.
La quiero.


 
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29 enero 2006,19:36
Escalera de cristal
Se desvanecían tus pisadas,
subías sin dejar huella
por los peldaños de la escalera,
Escalera de frágil cristal.

Desaparecieron tu sombra,
tus miedos y tristezas,
mientras te veía ascender,
cuando giraste la cabeza.

¿Podré ver ángeles?
Me preguntaste mirándome,
clavando tus ojos en mi mirada
y tu mirada en mis pupilas.

¿Podré ver ángeles?
Me preguntaste entusiasmada.
Los verás sin duda,
y éstos con ellos te confundirán.

Se va tu sonrisa y tu pelo,
me queda tu recuerdo y tu aroma.
Se van tus ojos, tus besos,
pero te llevo en el alma y el corazón

Se desvanece tu figura
peldaño a peldaño.
Te llevas tu alma,
me queda tu amor.


 
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27 enero 2006,16:58
Vida
Vida,
empeñada en no dejarme avanzar,
en desahuciar ilusiones y sueños
convenciéndome,
enseñándome la verdad.
¿Qué verdad?
¿No hay nada más allá de la realidad?
¿No existen los sueños?
¿Por qué intentas destruir mis ilusiones?
Nunca te he negado que exista la muerte
y que tarde o temprano te llegará
y podrás descansar,
nunca te lo he negado,
aunque yo crea en la inmortalidad,
aunque yo sepa que hay algo más allá.
Vida,
enseñando golpe a golpe,
caída tras caída
lo dura que es la realidad.
Enseñando a manotazos
que vales lo que tienes,
que quien más tiene más puede,
que el dinero da felicidad.
Pues conmigo no podrás,
hoy no me verás rendirme,
hoy no me verás caer,
hoy no me verás renunciar
ni desechar mis sueños e ilusiones.
Y no necesito alas para volar,
no, hoy voy a caballo,
te reto,
me voy a buscar mis sueños.


 
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25 enero 2006,18:58
La felicidad del mendigo

Dios, en un día como hoy, decidió repartir dones, cualidades y regalos, repartió dignidad, nobleza, sabiduria, paciencia, tranquilidad... Cuando ya todo había sido repartido, llegaron los pobres, los mendigos, los indigentes, engañados por las otras personas, codiciosas y egoístas. Dios ya no tenía nada más para repartir, pero les dijo a los mendigos que así serían más libres, que así podrían ser un poco más felices, pues al no tener nada, nada tendrían que perder.
¿Alguna vez os habeis parado a pensar en qué le puede pasar a un mendigo por robar una barra de pan? ¿Qué pierde un mendigo por robar un poco de comida?
¿La dignidad? No tiene. ¿Se gana el título de ladrón? Posiblemente ya lo tenga. ¿Es acaso más infeliz si lo descubren? No lo creo, y seguramente, sino sus hijos, su estómago, le agradezca el poco de pan que ha robado.
¿Y tú? ¿Qué pierdes tú si robas una barra de pan y te ven? Piénsalo.
¿Y a qué viene todo esto?
El otro día, viendo las noticias, resulta que en Huelva, más concretamente en Ayamonte, seis jóvenes (enanos, no llegan a 14 años algunos) agredieron a un pobre mendigo, conocido allí como el abuelo, cuando dormía en un cajero y grabaron la paliza con el móvil, debe ser de lo más entretenido esto de ir dando palizas y grabarlas con el móvil, porque parece que se ha puesto de moda. Ahora este pobre mendigo, busca un sitio distinto donde dormir cada noche, por miedo a que estos niños (niñatos) lo encuentren y le vuelvan a pegar. Bien, hasta aquí el resumen de la noticia, para leerla entera, haga click aquí.
Ahora un mensaje dirigido a esos jóvenes, cuyos padres muy posiblemente pasen de ellos, hay gente tan estúpida y codiciosa, que piensan que ganar mucho dinero y más todavía, es más importante que la educación de sus hijos, los descuidan, y pasa lo que pasa, dinero a los niños seguro que no les falta. Seguramente no leereis esto, y si lo haceis, temblad. Primero: La Justicia de este país no es precisamente la caña de España, (por no decir que es una mierda) al ser menores de edad, no os van a hacer nada, han dejado que vuestros progenitores, os riñan, castiguen, os den azotes en el culete y os digan que no debéis hacer eso más, eh, eh, un momento, error, error, vuestros padres están ocupados, vaya por Dios, eso seguro que no lo sabe la Fiscalía. Bueno, ya por lo pronto os tienen fichados (como me alegraría de que os metieran en un correccional cuando seáis más mayorcitos) Pero bueno, hay algo más que debéis saber. Si algún día, por las razones que fueren, ese mendigo se junta con otros y os da un buen susto (que no una paliza, porque creo que ese pobre hombre sería incapaz de daros una paliza aunque os la merezcáis) si lo denunciáis, ellos seguirán siendo igual de infelices ¿o tal vez felices? Lo que es seguro es que se reirán del susto, se lo pasarán bien viendos acojonados. ¿Y creeis que vivirán peor en la cárcel, en caso de que os hicieran algo, que durmiendo en cajeros, temiendo que una panda de niñatos armados se les abalance como neanderthales? Infelices...
 
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24 enero 2006,11:51
El crimen de Cuenca
Ha desaparecido José María, un chico de la localidad de Osa de la Vega, allá por el 1910 gobernada por conservadores. La madre de él afirma que lo han matado. No se encuentran pruebas del delito, ni culpables, ni el cuerpo de la víctima, pero junto con la víctima trabajaban en el campo dos amigos suyos; el león, y Gregorio, vecinos de la localidad de Tres Juncos, localidad ciertamente más liberal que Osa de la Vega. La incompetente justicia, al no hayar pruebas, decide que los culpables del delito han sido el león y Gregorio. Mediante torturas inhumanas, degradantes, y malos tratos a los dos reos, consiguen hacer que estos se confiesen culpables, dando cada uno, una versión diferente de los hechos, con lo que se consigue desencadenar luchas entre ellos, pero cuando la policia les hace buscar el cuerpo, éstos no tienen ni idea de dónde puede estar. Desentierran varios cadáveres del cementerio del pueblo y se encuentran con la sorpresa de que el cuerpo de la víctima, el Cepa, no aparece allí. Nuevamente la justicia recurre a las torturas y las palizas, y dan por hecho, puesto que no encuentran el cadáver, que los culpables del delito, descuartizaron el cuerpo de la víctima, lo quemaron, y echaron sus cenizas al río.
Antes de entrar en la sala, donde se celebrará el juicio que determine la pena que deben cumplir los reos, éstos se confiesan inocentes, pero sólo ante sus respectivos abogados, que les piden confesarse culpables, puesto que de lo contrario, les espera la pena capital. Los abogados buscan atenuantes, que son desechados sin más por la sala, el fallo del jurado condena a los reos a 18 años de cárcel, que pueden quedarse en 10, ya que desde que los encierran, hasta que se celebra el último juicio, pasan años.
Parte final de la película, José María, el Cepa, resulta que se había escapado de su pueblo y estaba en un pueblo cercano a Osa de la Vega, vivo, con hijos, y esperando los papeles necesarios para casarse, que tiene que pedirlos a la Iglesia de su pueblo. Cuando la carta pidiendo estos papeles, llega a Osa de la Vega, los hay que creen que es una broma, pero la mujer de Gregorio y sus hijas, se encargan de encontrar respuestas. Por fin José María, es llevado por la guardia civil del pueblo donde estaba con su mujer y sus hijos a Osa de la Vega. Allí, hasta llegar a la puerta de los juzgados, va diciéndole a todo el pueblo que está vivo, entre griterío y escándalo. En la puerta de los juzgados, el león y Gregorio, que cuando ven a José María, se abrazan emocionados. La justicia ha fallado.
Y ahora llega la parte en que a uno le da por pensar. ¿Quién le devuelve a esos dos inocentes los años que han perdido en la cárcel? Gregorio, he olvidado decirlo, tiene mujer, varios hijos, y cuando lo encierran la primera vez, tiene un bebé, que aún tiene que mamar del pecho de la madre. ¿Quién le devuelve todo lo que ha perdido? Su vida ha cambiado por completo, ha sufrido torturas inhumanas en silencio, y resulta que no era culpable de nada. Así era la justicia en la Edad Media, incompetente, ante una sociedad de miedos e inseguridades, se veía obligada a lograr el orden, recurriendo para ello a lo que hiciera falta. Si no hay culpables, o nos lo inventamos o ha sido el demonio, claro que si ha sido el demonio, el alboroto que se puede formar en el pueblo es chico. Conclusión: Si no hay culpables, tiene que haberlos. Esa era la justicia en aquella época. Pero no estamos en la Edad Media, la película narra unos hechos ocurridos en 1910, siglo XX, aunque parece que hubiera ocurrido en la Edad Media. Por suerte las cosas ya han cambiado, si sales de tu casa y tardas en volver más de tres o cuatro días, te buscan hasta encontrarte, que alivio.
 
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23 enero 2006,00:18
Hechos de canciones

De silencios, de acordes
de sentimientos, de emociones
de momentos mágicos, de ilusiones
de impulsos, de sensaciones.
De sonidos y sonidos
de sonidos y besos
de tristezas y alegrías
de abrazos sin sentido.
Estamos hechos de canciones:
inolvidables
como una noche a la luz del sol (tu sol);
lentas
como aquella que nos enamoró,
como el paso de mis dedos por tu corazón;
alegres
para bailarlas juntos tú y yo;
y oscuras
para morir abrazados haciendo el amor.
Estamos hechos de canciones,
de vida, de sufrimiento y dolor.
Estamos hechos de canciones,
unas veces tristes, otras no
.
 
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22 enero 2006,12:45
Una picadura inesperada
- ¡Mirad, mirad! – Gritaban algunos.

No me lo podía creer, aquella ola se había desvanecido, Marla nos acababa de salvar. Volvía a la orilla lentamente, como agotada, cuando de repente cayó al agua. Corriendo fui a cogerla, ella ya estaba totalmente sumergida en el agua cuando la saqué inconsciente. La cogí en brazos y la llevé hasta la orilla, donde la coloqué sobre la arena.

- Chico, le ha picado una medusa venenosa, mira la hinchazón de la pierna. – Dijo el capitán señalando la pierna derecha de Marla, en la que se veía la picadura.
- En la cabaña debe haber medicina para curarla ¿qué necesita? – Pregunté.
- No hay, Saul, tenemos que ir a un hospital. – Contestó el capitán.
- Vámonos a la isla Makin, es la más cercana. – Sugerí.
- ¡Todos al avión! – Gritó el capitán. Que nadie se quede aquí, tenemos que irnos.

Subimos al avión y nos dirigimos a las islas Makin, al aterrizar, cuatro marines se dirigieron a nosotros, pero ya habíamos estado antes allí, y sabíamos por quién debiamos preguntar.

- Señores, conocemos al capitán Marc Steenwail, ya estuvimos aquí hace menos de un mes. Venimos de la isla Fin del Mundo y traemos una chica que necesita medicina enseguida. – Dijo el capitán.

Uno de los marines llamó por el walkie al capitán, que enseguida se personó ante nosotros.

- Buenas tardes chicos, yo me acuerdo de vosotros, estabais en la isla Fin del Mundo cuando la perdimos en todos los radares y GPS´s ¿me equivoco? – Preguntó el capitán.
- Así es, capitán, venimos de nuevo de la isla, una medusa ha picado a Marla y necesita medicina o alguien que la cure. – Respondí.Traedla enseguida, esa picadura tiene mal aspecto. – Nos dijo.

...
 
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21 enero 2006,03:44
¿Marla?
Permanecíamos en la orilla esperando que aquella gran ola restallara contra la isla, arrasando todo lo que encontrara a su paso, cuando Marla como si aquella ola no existiera comenzó a adentrarse en el mar, haciendo caso omiso de las llamadas de los demás. Aquella gran ola cada vez estaba más cerca de la orilla, y más cerca aún de Marla que sin miedo avanzaba hacia ella. Diez metros habría entre la ola y Marla cuando ella extendió su brazo derecho apuntando con la palma de su mano a la gran ola.

- ¡Detente! ¡Detente! ¡No pasarás de aquí! – Gritaba.

Yo no quería mirar, se había vuelto loca, ¿cómo iba a detener el avance de una ola de semejante tamaño?

...
 
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19 enero 2006,16:10
Somos ángeles



Lloras cuando llueve
llueve cuando lloras,
el cielo se viste de gris
por tus mejillas dos lágrimas resbalan.
Tus ojos aún rezuman alegría
ilusión, esperanza,
mas llueve,
llueve y lloras.
Tal vez,
yo no lo sé,
Algún día durmamos abrazados,
Abrazados y protegidos;
Tú por mí,
Yo por ti.
Quizás...
Retumbe el cielo esa noche
Quizás...
El viento azote con crueldad
Sombras, luz y oscuridad
Quizás...
Yo no lo sé,
algún día haremos el amor;
Versos mágicos recorriendo tus sentidos,
Susurros en mitad de la noche,
tu sonrisa, mi mirada
clavada en tus ojos,
tu pelo,
mis dedos recorriéndolo.
Palabras prohibidas deslizándose por tus oídos.
Me desnudo y no es suficiente,
suenan relámpagos,
tal vez el cielo se rompa.
Ábreme el pecho,
desnuda mi piel,
ya han mancillado mi cuerpo.
Toca mi alma.


Lloras,
amanece y oigo llover,
tal vez el cielo se rompa.
Seco tus lágrimas,
sonries.
 
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17 enero 2006,21:14
A desenfundar las armas
En este escrito hago constar lo siguiente:

1º Tú, Eva, eres más guapa.

2º Soy más fuerte que el tío de la foto esa que has puesto en tu página (jajajajajaja) aunque va, no me quejo.

3º Eres adorable.

Bien, una vez aclarados esos puntos, procedo a describiros el duelo (utilizaré las mismas fotos que pusiste en tu página con tu permiso, Eva)

Eva (me gusta más aquella foto del tanga rosa) 50kg así a ojo, pantalones rosa chicle y tal.



Contra



R.M Gómez (yo soy más fuerte que el de la foto) 70kg y pantalón blanco (es mi color favorito)

Ya ella lo ha dicho todo, y sí, me alegraría un montón que ganarás, pero voy a ser un poco travieso... me reiría un montón si quedaras 2ª ella no ha dicho el primero que le toca al que quede segundo, pero os lo diré yo, el premio en esta cruenta y dura batalla para el guerrero que quede segundo es... atención... redoble...

Un lote rosa/romántico que le mantenga avisado de las asechanzas del tópico y la cursilería, que incluirá champán rosé, velas, un diario secreto, un ramito de violetas, un disco de Pimpinela, una flecha de Cupido, un bote de lágrimas artificiales, un repollo con lazos y las más escogidas obras de Corín Tellado y Danielle Steel.

Sí, sí, no me he equivocado de texto, ese es el premio para el segundo (no me imagino al guerrero de la foto escuchando Pimpinela con un ramito de violetas colocado en la armadura... y ¿lanzando flechas de Cupido...)

En fin, que nos disputamos el primer puesto, o no quedar segundos al menos...

Desenfunda forastera, que como quedes 2ª me meo.

Aclaraciones para los que anden un poco perdidos:

- No nos vamos a dar de espadazos, no, sentimos deciros que saldremos los dos vivos.

- Tampoco vamos a darle espadazos a nadie (catxis)

- Vamos a escribir una carta de amor para un concurso.
 
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16 enero 2006,23:29
Historias poco normales II
Son las 7 de la tarde, una hora menos en Canarias, del Manolo (tienda donde venden bocatas y tal) salen cuatro personajes misteriosos, muy misteriosos, con capas y espadas, bueno, bocadillos y cervezas, se dirigen al parque a liarla o a beber y echar unas risas. Les sigue... una sombra, bueno, una persona, va pisando huevos... y en la mano lleva... un bollicao y un litro de horchata Chufi... él es: ¡Chufiman! Que sí, que sí, va con ellos, así que cuidadito.

- ¡Chufiman! Trae eso pá acá que le vamos a echar cervecita dentro, a ver si está mejor. – Le dice misterioso nº 2.

Chufiman le mira desafiante, con cara de asco, de ir a morderle, no le gusta la cerveza, dice que está amarga... que sí, que sí... Los cuatro misteriosos juntan sus cabezas y a espaldas de Chufiman deciden sacar una petaca y echar unas gotitas de whiskey en la botella de horchata.

- Es que está soso hoy el tío. – Opina misterioso nº 3
- Yo no le echo nada, que me muerde. – Dice misterioso nº 1

Chufiman es un tipo peligroso, tiene pokemon de nivel 80 y echa fuego por los ojos, sabe silbar, puede dormir más de 14 horas y hacer infinidad de cosas más, también se emborracha... que sí, que sí, que yo lo he visto.
A eso de las 20:13 bajó del cielo un nazgul que preguntaba por Chufiman...

- ¡Chufiman! – Gritó con voz de ultratumba.
- Ese de ahí, sí sí, ese. – Le indicaron los misteriosos.

El nazgul se dirigió a Chufiman (¿Le irá a quitar el anillo?) y le pidió un poco de Chufi, pero por desgracia para Chufiman y sus amigos los misteriosos, ya no quedaba, se la había bebido toda.

- ¡Me cago en tó lo que se menea! – Gritó el nazgul enfurecido.
- Allí venden. – Le contestó Chufiman sonriendo.
- ¡Capullo! ¿tú crees que este bicho cabe por la puerta? – Le preguntó el nazgul echando fuego por los ojos.
- Prueba a meterlo de lado o aparcarlo fuera. – Le replicó Chufiman.
- Sí, y le pongo el seguro para que no me lo roben ¿No? – Dijo el nazgul en tono irónico

Los cuatro misteriosos, en un intento por salvar a su amigo y salvarse ellos mismos también, le dijeron al nazgul que ellos irían a por horchata y que mientras llegaban podía beber un poco de cerveza. El nazgul asintió y los cuatro misteriosos salieron pitando a por la horchata.

- ¡Chufiman! Vente. – Le gritó misterioso nº 3 a Chufiman.
- No, yo me quedo aquí. – Replicó Chufiman.

(Sí, Chufiman está tonto, y tanto el autor de esta obra como los cuatro misteriosos son conscientes de ello)

Chufiman se quedó en el parque sentado con el nazgul mientras los cuatro misteriosos iban a por horchata. El nazgul cogió una de las botellas de cerveza que había allí como le habían dicho los misteriosos y se la bebió.

¡BUUURPPPP!

- Salud. – Le dijo Chufiman.
- ¡Cruzcampoooo! Quiero Cruzcampooooo. – Gritó el nazgul.
- Pues no tengo saldo para llamar a éstos. – Contestó Chufiman.

De repente el nazgul comenzó a dar chillidos ultrasónicos, estaba llamando a sus coleguitas que llegaron volando enseguida, 8 más como éste y los 8 llegaron pregunándole al primero que si había encontrado a Chufiman.

- ¡Cruzcampo mejor! – Gritó.

Los cuatro misteriosos estaban llegando al parque, antes de entrar vieron a los 9 nazgul allí dando gritos y chillando. Ya la ha jodido Chufiman. – Pensaron. Cada uno llevaba una botella de horchata por si el nazgul quería repetir.

- ¡Aquí te traemos la horchata, amigo! – Le dijo misterioso nº 1 al nazgul.
- ¡Cruzcampo! – Gritaron los 9 nazgul.
- Yo tengo unas litronas en mi casa. – Sugirió misterioso nº 4.
- De camino a tu casa cambiamos la horchata por Cruzcampo también. – Dijo misterioso nº 3

Los cuatro misteriosos agarraron a Chufiman y se fueron dirección a casa de misterioso nº 4 , pero había un pequeño problema, los nazgul los estaban persiguiendo, no iban a dejar a Chufiman, donde estaban Chufiman, ahí iban a estar los nazgul, de eso se dieron cuenta cuando al llegar a casa de misterioso nº 4, Chufiman se quedó abajo y los nazgul se quedaron abajo con él. A los 5 minutos bajaron los cuatro misteriosos con 4 botellas de Cruzcampo y se las dieron a los nazgul, que las abrieron con la boca.

- No deberiais abrir las botellas con la boca, os podeis hacer daño. – Les dijo misterioso nº 3

Los nazgul se bebieron los 4 litros de cerveza en escasos segundos y pedían más.

- Oye, se nos olvidó cambiar la horchata por cerveza en el Manolo. – Recordó misterioso nº 2
- Pues vamos para allá. – Dijo misterioso nº 3

Los cuatro misteriosos, Chufiman y los nazgul se dirigieron al Manolo, donde los cuatro misteriosos cambiaron la horchata por cerveza. Continuaron hasta el parque con las litronas y allí se las dieron a los nazgul, que las abrieron de nuevo con la boca y se las bebieron enseguida.

¡BUUUURPPPPP!

- ¡Queremos más! – Gritaron los nazgul.
Los cuatro misteriosos se volvieron a reunir a espaldas de Chufiman y los nazgul.

- ¿Qué hacemos ahora? – Preguntó misterioso nº 1
- ¿Les damos un poco de whiskey? – Propuso misterioso nº 3
- No tío, que como les guste no hay más. – Replicó misterioso nº 4
- Con 5 euros compramos tinto y coca cola suficiente como para que cojan un buen pelotazo. – Sugirió misterioso nº 2
- Hecho, vamos a probar, aunque tumbar a estos... me da que es imposible. – Dijo misterioso nº 3
- Nazgul, ahora venimos, os vamos a traer algo rico rico. – Les dijo misterioso nº 2
- Quédate con ellos, Chufiman, que en el super no los van a dejar entrar. – Le dijo misterioso nº 1 a Chufiman.

Chufiman se quedó en el parque con los nazgul, mientras sus amigos iban a por algo para saciarlos.

- ¡Cruzcampo! – Gritó uno de los nazgul.
- Oye, en mi casa ahora que me acuerdo, tiene que haber Cruzcampo, mi padre bebe. – Dijo Chufiman a los nazgul.

A éstos se les encendieron los ojos, cogieron a Chufiman y le obligaron a llevarles a su casa a por cerveza. Chufiman, algo asustado por lo que pudiera pasar, llevó a los nazgul hasta su casa, donde éste entró con sigilo a coger cerveza sin que lo vieran.

- ¿Dónde vas, Chufi? – Le preguntó su hermana.
- A coger unas cervezas pa unos amigos. – Respondió.
- ¿Esos tan raros que hay en la puerta?
- ¡Cruzcampo! – Gritaron de repente los nazgul.
- Sí... esos que gritan. – Le contestó Chufiman a su hermana.
- ¿¡Qué ha sido ese ruido!? – Preguntó la madre de Chufiman.
- Ná, mamá, unos amigos que están de coña ahí fuera.
- Que amigos más raros tienes, hijo.

Chufiman llegó a la cocina, abrió la nevera, cogió un pack de cervezas y se largó corriendo. Adios mamá. – Dijo cerrando la puerta. Los nazgul cogieron las cervezas, se las bebieron y volvieron a pedir más.
Los cuatro misteriosos habían comprado 5 cajas de tinto peleón, (40 céntimos cada caja), 2 botellas de cola-plus, (70 céntimos cada botella) hielo y vasos. Lo llevaban todo metido en bolsas, se dirigían al parque, donde supuestamente deberían estar Chufiman y los nazgul... pero no estaban...
De repente en un Seat Panda llegó ZP... Escuchando Extremoduro... Se bajó del coche... se dirigía hacia ellos... Está pá comérsela. – Pensaron.

- Cacho pan, ven aquí. ¿Quieres unos moxos? – Le dijo misterioso nº 3.
- Vale. – Dijo ella. Pero veniros a mi coche y nos los tomamos escuchando música.

Se fueron todos al coche de ZP a escuchar Extremoduro y beber calimochos.

Al rato...

- Eh, aquel es Chufiman con los nazgul y aquí hay calimotxo de sobra para todos. – Dijo misterioso nº 1.
- Eh, eh, oye, vuestro amigo puede entrar, pero esas cosas raras que vienen con él, no. – Dijo ZP
- Son amigos, no te preocupes. – Le contestó misterioso nº 2
- ¡Cruzcampo! – Gritaban los nazgul dirigiéndose al coche en el que estábamos montados.

Los cuatro misteriosos prepararon 9 calimochos para los nazgul, que estaban inquietos alrededor del coche, les dieron los calimochos y se los bebieron, parece que les gustó y pidieron más.

- Va, otra rondita a ver si se emborrachan ya. – Dijo misterioso nº 3
- ¡Oye! ¿Aquel no es el cabrón que nos quitaba la merienda todos los días en el colegio? – Preguntó misterioso nº 1
- Sí, sí, es aquel. – Afirmó misterioso nº 2
- Nazgul, si quereis más moxo, pegadle a aquel que va por allí. – Les dijo misterioso nº 4 a los nazgul.

Los nazgul se miraron entre ellos, se dirigieron hacia el chico, le propinaron una soberana paliza, lo metieron en un contenedor y lo tiraron calle abajo.

- ¡Ostias, cómo mola! – Gritó eufórico misterioso nº 3.
- Joer, que amigos más raros y peligrosos teneis. – Dijo ZP

(En esta parte de la historia, el autor se pregunta cómo puede acabar con los nazgul sin sacar a Obi Wan Kenobi, ya que entonces la historia sería friki total, tampoco puede sacar a Aragorn, porque entonces habría varios personajes de la misma peli y tampoco puede sacar a personajes utilizados en historias poco normales anteriores)

Los nazgul se dirigen de nuevo al Panda a por más calimocho.

- Ala, tomad. – Les dijo misterioso nº 3 a los Nazgul dándoles más calimochos.
- Venid aquí. – Dijo misterioso nº 2 a los demás misteriosos.

Los cuatro misteriosos se juntaron de nuevo para cuchichear algo a espaldas de los demás. Querían deshacerse de los nazgul, se estaban poniendo pesaditos. – Pensaron.

- Les damos todo el tinto y cuando estén borrachos, nos largamos. – Dijo misterioso nº 2
- Buena idea. – Dijo misterioso nº 3.

Misterioso número 2 cogió el tinto y junto con los vasos, el hielo y la coca cola, se lo dio a los nazgul, que se lo bebieron todo. Después de haberse bebido todo el tinto, los nazgul cayeron al suelo borrachos y empezaron a vomitar.

- Chufiman, entra en el coche, que nos vamos. – Le dijo misterioso nº 2.
- Arranca, guapa. – Le dijo misterioso nº 3 a ZP.

Chufiman, los cuatro misteriosos y ZP se largaron de allí dejando a los nazgul en el suelo tirados en estado comatoso.
A ritmo de Extremoduro salieron todos pitando de allí. Unos kilómetros más adelante se encontraron en mitad del camino un coche pintado de colores super horteras, margaritas y hojas de marihuana, que les impedía el paso.

- Alto ahí. – Les gritó el tío que estaba dentro del coche.

Era un tipo con una melena larga llena de piojos, y tenía los ojos rojos de estar fumando petas.

- Eh tío, que no se puede conducir gritado. – Le dijo ZP al hippie.
- A callar, sois todos culpables de la muerte de 9 bichos indefensos en peligro de extinción. – Les dijo el hippie mientras movía con la boca un porro.
- ¿Qué dice el hippie ese mierda? – Preguntó misterioso nº 4, que como estaba en la parte de atrás del coche y con la música a todo volumen no se enteró de nada.
- El flipao este, que dice que hemos matao a 9 no sé qué. – Le contestó ZP
- Sí, sí, los emborrachasteis, han muerto por intoxicación etílica. – Dijo el hippie.
- Ah coño, habla de vuestros amigos esos raros. – Le dijo ZP a los misteriosos.

Los cuatro misteriosos se miraron entre ellos... miradas... silencios... y de repente...

- ¡Atropéllalo! – Le gritaron los cuatro misteriosos a ZP.

ZP aceleró y se cargó al hippie. A la media hora...

¡Titiritiruriruriruuuuutitiririiii!

- Ese es tu móvil. – Le dijo misterioso nº 1 a misterioso nº 3
- No, no, mi móvil no suena así, eso es una mariconada. – Dijo misterioso nº 3.
- No es ninguna mariconada, es mi móvil. – Sentenció Chufiman.

Chufiman cogió el teléfono, ZP bajó la música.

- Dime mamá.
- Hijo ¿Tú te has llevado un pack de cervezas de la nevera? Es que tu padre lo está buscando como loco.

El resto de la gente que iba dentro del coche empezó a mirarse, todos contenían la risa cuando de repente misterioso nº 3 gritó: ¡Cerveza! Y aquellas risas disimuladas, se convirtieron en un estruendoso “jajaja”

- Sí mamá, me he llevado unas cervezas pa mis amigos.
- Ah, los raros esos, hay que ver con la gente tan rara que te juntas.

Chufiman se despidió de su madre y colgó el teléfono.

- Bueno, a ver, nos vamos de juerga, ¿no? – Sugirió ZP
- Sí, sí, vámonos. – Dijo rápidamente misterioso nº 1

Recorrieron varias calles hasta encontrar un local en condiciones, ZP aparcó el coche en la misma puerta y se dirigieron todos a la puerta del local. Fueron pasando uno por uno y cuando iba a entrar Chufiman...

- Tú no puedes pasar. – Le dijo el portero.
- Pe pe pero si soy mayor de edad. – Le respondió Chufiman tartamudeando.
- Enséñame el carnet. – Le pidió el portero.
- No lo tengo aquí. – Respondió Chufiman.

...

Todos se salieron del local para ir con Chufiman, no lo iban a dejar solo.

- ¿Qué hacemos? – Preguntó misterioso nº 2

Ante la mirada atónita de los 6 personajes pasó un contenedor de basura... que ¿gritaba?

- ¿Estais pensando lo mismo que yo? – Dijo misterioso nº 1 al resto.
- Sí, sí. – Asintieron los demás y ZP.
- Yo no sé en qué estais pensando. – Dijo Chufiman.

Los cuatro misteriosos con ayuda de ZP cogieron a Chufiman, detuvieron el contenedor, metieron a éste dentro, junto con el matón que les robaba la merienda a los cuatro misteriosos y lo hicieron caer calle abajo.

- ¡Al coche! – Gritó misterioso nº 2

Arrancaron el coche y a ritmo de Extremoduro fueron golpeando el contenedor durante manzanas y manzanas hasta que...

¡Chooooffff!
¡Chooooooofffff!

Chufiman, el matón que les robaba la merienda a los cuatro misteriosos en el colegio, un contenedor de basura, ZP, los cuatro misteriosos y un Seat Panda acababan de caer al río.

Chufiman fue condenado a una noche en el calabozo por no llevar el DNI encima.
El matón que les robaba la merienda a los cuatro misteriosos en el colegio fue condenado a un año de trabajos para la comunidad hasta pagar las meriendas de los cuatro misteriosos.
ZP fue condenada a un año de prisión por conducir hebria y golpear en repetidas ocasiones un contenedor de basura, parte del mobiliario urbano.
Los cuatro misteriosos, haciendo uso de sus buenas o malas artes, se escaparon del coche y andan sueltos por ahí. Si tiene algún problema y se los encuentra, cambie de acera de inmediato o sus problemas se multiplicarán.

¡Titiriiiiitititiiiiitiriritiririiiiiititiriririi!

- FIN -

Aclaraciones:
Ningún animal ha sido maltratado en esta historia.
El Seat Panda de ZP es del 90.
ZP no es el presidente, es Zorra Pelirroja.
 
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15 enero 2006,17:25
Entra en mí

Clava tus uñas en mi carne,
quiero sentirte dentro,
más adentro.
Envenéname el alma
con suspiros y besos prohibidos,
dame de beber de tu boca,
embriaga mis sentidos con tu aroma,
emborráchame con tu sudor,
quiero sentirte dentro,
muy dentro.
Ábreme el pecho
llena mi corazón
del aire cálido que sale de ti,
quiero tu huella en mi cuerpo
imborrable, imperecedera, en mi ser.
Graba tu nombre en mi sangre,
impregna mis sábanas de olor a sexo,
a deseos, a fantasías,
a humedad, a ti.
Quiero sentirte dentro,
muy dentro,
quiero sentir tu sangre

corriendo dentro de mí.
 
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14 enero 2006,21:27
Los suaves - Libertad
Libertad
encanto de mi vida
sin ti el trabajo de los días
más que un tormento
es una larga muerte.
Libertad
Soledad
¿Qué más da?
Palabras tan largas y hermosas
que arrastró el viento
a este fin de siglo
tiempo de mentiras.
Libertad
besos y abrazos de humo
promesas de mujer
en noches de vasos llenos
luna de ojos rojos
bares de barras vacías.
Libertad
deja su rastro de tristeza
allí por donde pasas
con tu nombre tan blanco
sin saber dónde te lleva
y a dónde vas.
Te persiguen las cadenas
las esposas, tus amigas
palabras, silencio, miradas,
y tú, sola, sola y olvidada
y tan pequeñita
Libertad,
divino tesoro
que dijo el poeta o el hombre solo
que es lo mismo.
Libertad
víctima del naufragio
que es el tiempo, la vida
noche perdida en el mar
que no encuentras el fondo ni la orilla.
Libertad
sepulcro de todos los sueños
que piensas que regala el cielo
pero que hay que robar al infierno
para llegar a esta cárcel
de silencio y pesadillas.
Libertad
puerta abierta que dejas pasar,
felicidad, cuentos de hadas
quimeras, prenda dorada
sombra, espejismo
nada.
Te persiguen las cadenas
las esposas, sus amigas
palabras, silencio, miradas
y tú, sola, sola y olvidada
y tan pequeñita.
Libertad
barco de vela que vuela
vagabundo de las estrellas
guitarra que por fin suena
esperanza verdadera
trapo negro en mi bandera.
Libertad
anciana abandonada
mujer violada
niña ¿dónde estás?
Canción soñada
por todos cantada
y por todos escrita.
Libertad
tantos muertos en tu nombre
que ni Dios puede contar
tantas vidas perdidas
pero nunca jamás, nunca
por ser defendida.
Libertad
tantos años buscada
y ahora que todo termina
sé que toda la vida
has viajado a mi lado
mi pequeñita.
Te persiguen las cadenas
las esposas, sus amigas
palabras, silencio, miradas
y tú, sola, sola y abandonada
y tan pequeñita.
Y arrastrarás las cadenas
y las leyes, sus amigas
palabras, silencio, miradas
y tú seguirás olvidada
y cada vez, cada vez
más pequeñita.


 
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,12:59
La vida es como una caja de bombones...
Me das las gracias y no entiendo porqué, si alguien tiene algo que agradecer aquí soy yo por todo lo que has hecho y haces por mí. Anoche después de pensar día tras día que no hago nada bien, que todo me sale mal, te imaginé sonriendo después de un mal día, lo pasamos bien, y yo me alegré al saber que te estabas riendo. Algo hago bien aunque sea el payaso. - Pensé. Te dije que te animaría, ¿no? No sé si lo conseguí, espero que sí, te lo mereces, eso y mucho más.
¿Yo soy un cielo? Morena, si yo soy un cielo, tú eres el firmamento entero, el sol, la luna y tienes dos ojos que brillan más que todas las estrellas.

La vida es como una caja de bombones: Los de café no me gustan, ni los de moka, ni los rellenos... Ese me gusta... uy, alguien ha puesto su mano sobre el que me gusta ainsss... lo abre... se lo va a comer... pero no, lo acerca a mi boca y me pide con una dulce voz que abra la boca... ñam, me sonríes, te sonrío, eres tú.
Gracias.

 
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12 enero 2006,18:38
Historias poco normales I
Hace mucho, pero que mucho tiempo...

Sergei iba silbando por la calle la canción de verano azul, se dirigía al parque para usar algo que recién había encontrado...

- ¡Alto ahí! Está usted rodeado por la patrulla antibrujas-magos y demás subespecies. – Le gritó una voz.
- Eh... ¿Y qué he hecho yo? – Preguntó Sergei.
- ¿Qué es eso que lleva en la boca? – Preguntó la voz.
- Yo pregunté primero. – Replicó Sergei
- Vale, vale, le responderé. ¡Queda usted detenido por delito de brujería! –Afirmó con contundencia la voz.
- ¿Lo qué? – Preguntó Sergei sorprendido y de nuevo se puso a silbar.
- ¡Ahhh! ¡Brujo, brujo! – Gritó la patrulla al completo.
- Ala, ciao, me voy a jugar con mi nuevo juguete. – Dijo Sergei caminando hacia el parque.

La patrulla se quedó parada murmurando algo, entre los murmullos se podía distinguir algo que repitieron todos varias veces, algo de llamar a un experto, al experto...

Sergei llegó al parque silbando tranquilamente y sacó de su bolsillo aquel extraño objeto, que él no sabía qué era, ni si necesitaba algo para usarlo. Se puso a tirarlo sin más contra el suelo y recogerlo.

Mientras tanto, en el castillo del Rey...

- Señor, señor, hemos visto un brujo. – Le dijo el jefe de la patrulla al Rey.
- ¿Y lo habeis dejado escapar? – Preguntó el Rey.
- Es que da miedo, Señor, emite sonidos extraños con la boca y no conseguimos ni asustarlo, es aterrador.
- ¡Llamad al experto...! – Gritó el Rey.

¡Ring! ¡Ring! ¡Ring!

- Mulder al habla.
- Ohhhh, el experto.
- ¿Qué?
- Tiene usted que venir aquí enseguida, hemos visto a alguien que emite sonidos extraños con la boca, un brujo, necesitamos ayuda.

Mulder tapa el micrófono del teléfono y sugiere a sus amigos que localizen la llamada.

- Sevilla. España. – Le responde el feo de las gafas.

Mulder destapa el micrófono y le dice al capitán de la patrulla que enseguida van para allá, a continuación cuelga el teléfono.

- ¿Lo ves Scully?, ¿lo ves? Te dije que existían los extraterrestres, y tú no me creías, ahora íremos a ver uno, “so” tonta.

Scully se queda callada mirando a Mulder como diciéndole “pero qué me estás contando” y le sigue. Se montan los dos en el coche y se dirigen al aeropuerto.

- Mulder, llama al jefe y para decirle que no vamos a estar aquí.
- ¿Al calvo cabrón? Yo paso de gastarme saldo en ese.
- Bueno, lo llamaré yo.

¡Ring! ¡Ring! ¡Ring!

- Skiner al habla.
- Jefe, soy Scully, Mulder y yo nos vamos a cazar marcianitos a Sevilla. – Le dijo Scully en tono irónico.
- Ja, ja, ja. – Rió Mulder, también en tono irónico.
- ¿Me llevais? – Preguntó Skiner.

Mulder cogió el teléfono, había escuchado la pregunta y le respondió.

- No, que si vienes no le puedo meter mano a Scully (este texto está censurado, en el que está sin censurar, Mulder le dice a su jefe que si los acompaña a Sevilla él no podrá follarse a Scully)

Mulder cuelga el teléfono y lo apaga.

No muy lejos... a unos 10 metros, vamos.

- ¡Homer, mira! el tío ese se metió una vez en un capítulo nuestro, ¿te acuerdas?
- Es verdad, hijo, ¿a dónde irá?

Homer y Bart se acercaron a los agentes del FBI

- Hey tronco ¿qué pasa? ¿a dónde vais? – Preguntó Bart.
- A Sevilla, y tenemos prisa. – Respondió Mulder.
- Ostias, nosotros también vamos “pá allá” mi padre dice que allí hay una cerveza “mu” buena.
- Scully, a la de tres salimos corriendo. – Le susurró Mulder a Scully al oído.
- Vale. – Dijo Scully.
- ¡Tres!

Mulder y Scully se fueron corriendo al avión, iban en clase VIP, allí no tendrían que ver a Homer y Bart.

Señores pasajeros, en breves momentos llegaremos a Sevilla, esperamos que hayan tenido un agradable viaje.

- ¡Mira Scully, Godzilla! – Gritó Mulder.
- Te dije que no bebieras tanto en el avión, que te sienta mal. Eso es un saltamontes... aunque no sé qué hace a esta altura.
- ¡Lo ves, lo ves! No es normal.

Señores pasajeros, ya pueden desabrocharse los cinturones, estamos en Sevilla.
- Buenos y ahora ¿dónde vamos? – Preguntó Scully.
- Espera, que enciendo mi atrapa-bichos-extraterrestres y busca OVNI´s. Ya está, sígueme.
- Eso es un río, Mulder.
- Sí... sí... un río... eso es lo que nos quieren hacer creer, mira como pita el cacharro este, y me lo dio el feo de las gafas, el cerebrito.
- Mira, allí hay un parque, quizás esté allí tu extraterrestre. – Sugirió Scully.
- Bueno, vamos, aunque esto no indica que allí haya nada.

Suena la musiquita de verano azul...

- Es él, el extraterrestre. – Dice Mulder con la boca abierta.
- Mulder, eso es un humano normal que tiene una habilidad especial para emitir sonidos con la boca.
- ¡Que no, joer! Eso es un extraterrestre. Voy a llamar a la patrulla especial anti no sé qué.

¡Titiritiritiritiritiritiriiiiii!

- Aquí el capitán de la patrulla antibrujas-magos y demás subespecies.
- Soy Mulder, hemos encontrado al extraterrestre...
- ¿A quién?
- Al chico ese de los sonidos.
- ¡Ah, al brujo!
- Sí, bueno, no, al extraterrestre. Vamos a analizarlo, luego le vuelvo a llamar.

Colgó el teléfono y se dirigió al chico, que estaba tirando la peonza al suelo a la vez que silbaba la canción de Bola de Dragón.

- Eh, tú. ¿Qué haces? ¿Y qué es eso que tiras? – Le preguntó Mulder al chico.
- No hago nada, señor, y lo que tiro no sé lo qué es, me lo encontré esta mañana en el suelo. – Contestó Sergei.
- Scully, confiscamos al sujeto y a la cosa esa rara que tira. A ver si hay alguna comisaría por aquí para que no se escape el sujeto y podamos guardar la cosa esa para que no se mueva... por lo que pueda pasar.
- Taxi. – Gritó Scully a un taxi que pasaba.

Mulder y Scully con el sujeto esposado se subieron al taxi y le indicaron al chófer que les llevara a la comisaría más cercana.

- Scully, me da miedo ¿Y si ese sonido fuera una manera de llamar a sus amigos de otro planeta? ¿Y si el objeto ese extraño emite radiaciones mortales a lo largo de un tiempo?
- Va, que ya estamos al llegar, no te preocupes, mira que eres miedoso.
- Señores, hay tienen la comisaría, son 5’30 €. – Indicó el chófer.
- Vale, gracias. Scully, págale tú que no llevo suelto.

Mulder se salió corriendo del taxi con el sujeto y el objeto extraño, cuando de repente...

- Hey tronco, qué casualidad, ¿cómo tú por aquí? Y ¿qué pasa, qué ha hecho ese para que lo metas en la cárcel? – Preguntó Bart.
- No he hecho nadaaaaa. – Gritó Sergei.
- ¿No te habrán detenido por encontrar uno de éstos, verdad? – Preguntó Bart enseñando un objeto igual que el que había encontrado Sergey.
- ¡Sí! Me encontré uno igual esta mañana y aquí estoy.
- Pues como yo.
- Se acabó, vamos, los dos para dentro y dejad de hablar. – Dijo Mulder.
- Mulder, pásame los objetos esos raros para que los analice y mete a esos dos en el calabozo, si encontramos algo raro en los objetos, venimos a por ellos.
- Eso, y que llamen a sus padres extraterrestres para que se los lleven o los matamos.
- Ehhh oiga, que yo no soy extraterrestre y me estoy enterando. – Dijo Homer.
- Bueno, pues el otro sujeto.

Al día siguiente...

- Mulder, fui a analizar los objetos a un contenedor especial que hay y cuando tiré de la palanca extractora de gases contaminantes y radioactividad, abrí el contenedor y ya no estaban, sorprendente...
- ¿Ves? Te dije que los extraterrestres existían, boba.
- Bueno, vamos a la comisaría a ver a los dos sujetos.
- Sí, vamos.

Por el camino...

- Uno más uno son siete. – Se escuchó cantar a un chico.
- ¡Brujo, brujo! – Gritó el capitán de la patrulla antibrujos-magos y demás subespecies.
- ¡Sí, sí, brujo! – Repitió al unísono el resto de la patrulla.
- Mulder ¿qué pasa allí? – Preguntó Scully a su compañero.
- Más extraterrestres, ¿no lo ves? Esta ciudad debe ser una colonia de extraterrestres, una especie de nido o algo así.
- En fin... – Suspiró Scully.

Mulder y Scully por fin habían llegado a la comisaría, por alguna extraña razón la entrada estaba colapsada, llena de gente con antorchas encendidas y gritando como locos. De una tasca salió Homer borracho.

- Mira, Mulder, allí va Homer.
- Sí, y parece que ha sido abducido...
- Va borracho, Mulder, borracho. Vamos a preguntarle.

Homer no se sostenía en pie. Se le escuchaba balbucear algo así como “cruuuuu... hic... ampoooo”

- Homer ¿qué haces? – Le preguntó Scully.
- “Cruuuuampoooo” ¡Viva!
- ¿Eso qué es?
- Allí “hic”
- Mulder, esto parece un caso de venta de drogas...
- ¡Extraterrestres! Le interrumpió Mulder. Le han lavado el cerebro y atontado. Vamos al local ese, seguramente haya extraterrestres allí.

Bla, bla bla. – Pensó Scully mientras seguía a Mulder al bar.
Entraron en el bar y preguntaron por “crucampo” o algo así, el camarero inmediatamente les puso una caña sobre la barra y les indicó que eso era cruzcampo. Les gustó y se bebieron 10 ó 12 cada uno. De repente Homer entró en el local gritando: ¡Cruscapooooo! ¡Cruscapooooo para todos! Invita el de negro. En todo el bar se escuchó un grito de: ¡Viva el de negro!. Entre tanta euforia y alegría, Mulder sacó una bolsita con unos polvitos blancos mágicos, según él... El resto de la fiesta queda censurado, os lo resumo en alcohol, drogas y sexo, y sí, Mulder se tira a Scully.

A la mañana siguiente, si es que se le puede llamar mañana a las 3 de la tarde, salen Mulder y Scully de la misma cama y Homer de la bañera con un patito metido en la boca, el resto de los integrantes de la gran fiesta yacen en el suelo en estado comatoso, unos roncan, otros no, unos hablan en sueños, otros no, unos necesitan una ambulancia, otros no, unos son hombres, otros no...

- Mulder ¿No teníamos que ir a la comisaría? – Preguntó Scully.
- Mmm... y no fuimos... Es que había mucha gente y parecía peligrosa... nos fuimos con Cruzcampo y no me acuerdo de más...
- Vístete que nos vamos, los niños que enjaulamos aún están allí.
- Sí, vamos.
- ¡Yo voy también! ¡Mi hijo está allí! – Dijo Homer.
- Pues venga, vámonos. Y vosotros, los que yaceis en el sueño, fuera de aquí, cuando vuelva no quiero veros por aquí. – Dijo Scully.

Cuando llegaron a la comisaría se la encontraron quemada, la gente de las antorchas al parecer le había metido fuego por miedo a los brujos que había dentro, no quedaba nada de la comisaría, los bomberos estaban sacando a la poca gente que quedaba dentro, la mayoría de los que estaban dentro consiguieron salir antes de que el edificio ardiera. Por supuesto Bart y Sergei se habían escapado también. La patrulla antibrujas-magos y demás subespecies venía por la calle con Fran Perea esposado, querían meterlo en el calabozo, pero claro, la comisaría había ardido. Decidieron por tanto quemarlo, todos estaban de acuerdo.

- Experto, ¿y el niño? – Le preguntó el jefe de la patrulla a Mulder.
- Bueno... verá... ahora hay dos niños y se han escapado, pero no se preocupe, enseguida vamos mi compañera y yo a buscarlos.
- Bien, confiamos en usted.

A unos 100 ó 200 metros de allí...

- Corre, chico, que como nos cojan no lo contamos. – Le dijo Bart a Sergei.
- Un momento, que se me ha desatado el cordón del zapato.
- ¡Quítatelo, así no se desata más!
- Buena idea. – Asintió Sergei

Sergei cogió el cordón del zapato se lo guardó en el bolsillo y siguieron corriendo.
- Mira, ahí no nos encontrarán. – Sugirió Bart.

Bart y Sergei entraron en el vertedero (sí, sí, allí con toda la basura y porquería que tiramos todos y tal) Tras un rato inspeccionando el lugar, encontraron las cosas esas raras por allí entre unas pilas de basura. Cada uno cogió su juguete y lo guardó, pero Sergei antes de guardarlo enredó la cuerda en éste y lo tiró, el final de la cuerda se había quedado enganchado en el botón de la manga de su abrigo y aquel extraño objeto comenzó a girar. Los dos chicos se quedaron embobados mirándolo.
Sergei, contento, se puso a silbar la de Puente sobre el río Kwai, cuando de repente, escucharon unos pasos acercándose a ellos muy deprisa.

- ¡Qué mal huele aquí, cojones! – Dijo Mulder.
- Esa boca, Mulder. – Le replicó Scully.
- Allí están los brujos. – Dijo el capitán de la patrulla.
- Son extraterrestres. – Sugirió Mulder.
- Son brujos, enemigos de Dios, aliados de Satán.
- A ver chaval ¿Pares o nones?
- Pares
- Pues yo nones. 1, 2 y 3.
- Nones, son extraterrestres.
- Cachis, bueno, a por ellos.

Sergei tiró aquel objeto haciéndolo girar ante el asombro de todos.

- Al suelo, esa debe ser su arma secreta. – Gritó Mulder.
- ¡Sí! Habla con Satán a través de ella. – Dijo el capitán de la patrulla.
- No, nos va a abducir a todos y a atacar con rayos láser destructores de neuronas...
- ¡¿Qué?!
- Nada... no lo vas a entender. – Dijo Mulder.

Mulder disparó al objeto giratorio parando su trayectoria. Sergei empezó a llorar.

- Venga, venid que os esposemos, que os vamos a quemar. – Dijo el capitán de la patrulla.
- ¡No! – Gritaron los dos chicos. Dejadnos en paz, no hemos hecho nada.

Cogieron a los dos niños y a Fran Perea y los llevaron a la Plaza Real, donde solían quemar a los malos, a las brujas, a los magos y demás, allí también ahorcaban y descuartizaban. Ataron a los tres en tres estacas de madera metidas en un carro lleno de paja. Una vez colocados y listos para arder llegó el Rey entre aplausos y gritos de “viva el Rey” y tal. También se escuchaba a la gente decir: ¡Brujos, brujos! Homer se había ido hacia horas a otra tasca, llegó a la plaza gritando: ¡Crucampooooooooo! A Mulder de repente le dio por gritar: ¡Invasión! ¡Nos invaden los extraterrestres, esos son extraterrestres!
El Rey, protegido por su Corte y su guardia real se acercó hasta el carro, y uno por uno fue preguntándoles a cada uno cuál era su última voluntad.

- Conocer a Rasca y Pica. – Dijo Bart.
- No sé quiénes son, respuesta por lo tanto incorrecta, ahora en un ratico te metemos fuego. – Le contestó el Rey a Bart, que se echó a llorar.
- Pido una hora antes de que me quemen. – Dijo Sergei.
- Concedido. – Dijo el Rey.
- Yo quiero ver a Eva. – Dijo Fran.
- Imposible, la ahorcamos la semana pasada por bruja, en una hora te quemamos.

Sergei se puso a silbar el Requiem de Mozart reproduciendo incluso con silbidos el último cuarto de hora de aplausos mientras todos los demás gritaban: - ¡Brujo! ¡Brujo! Y Mulder decía: ¡Extraterrestres, extraterrestres! El Rey se acercó a Mulder y le preguntó que qué era lo que estaba diciendo, Mulder le respondió que extraterrestres, seres de otro planeta con habilidades especiales, armas interestelares y demás que intentan invadirnos.

- Son brujos, experto, brujos, seguidores de Satán. – Contestó el Rey.

Tras media hora de discusión, Mulder gritó: - ¡Bomba!

- Le digo que son brujos. – Respondió el Rey.
- ¡No, Rey! Arriba, una bom...

¡¡¡PUMMMMMMMM!!!

Al otro lado del charco...

- Señor Presidente, la bomba ha caído en otro lugar distinto al indicado.
- ¿Ha habido muchas víctimas?
- 2 agentes del FBI, 3 extraterrestres, Homer, un Rey y su Corte, una patrulla anti no sé qué, y muchedumbre.
- ¿Y dónde dice que ha caído?
- En Sevilla, España.
- ¿Y eso dónde coño está...?


- FIN -

* Para lo que da de sí una mañana en la Universidad...
 
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10 enero 2006,23:05
Ya no son tuyos mis silencios

Podrás mover las nubes del cielo,
apagar y encender el sol,
la luna y las estrellas.
Podrás parar el tiempo en aquella tarde,
pero ya nunca me tendrás a tus pies,
ya nunca dormirás sobre mi pecho
nunca más sentirás mis manos acariciar tu pelo
nunca más me escucharás decirte te quiero.
Puedes quedarte con tu sol
con tu luna, tus estrellas
con tu tiempo, con mis lágrimas
con mis suspiros y mis desvelos,
quédate con las noches que te di
te las di con el corazón
quédate con las noches que te amé
con el alma, con el cuerpo y con pasión,
quédate con los recuerdos,
que yo no los quiero
y deja de entrar en mis sueños.
Ya no son tuyos mis silencios

ni mi almohada, ni mi colchón.
 
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09 enero 2006,20:48
Rumbo al olvido
De mis letras salen lágrimas
y de mis lágrimas salen ríos,
de mis manos salen poemas
que se funden con el vacío.

El viento se lleva mis estrofas;
las atrapa de un soplido,
un susurro, un suspiro.

Mar adentro lucha contra mi llanto,
contra viejas fantasías y deseos,
contra lágrimas que me hizo derramar
y luchan por vencer al olvido.

El viento se sube en tu velero
antiguo y resquebrajado,
amarillas las velas,
carcomidos los mástiles que las sujetan,
pero es tu velero
y aunque los recuerdos son recientes,
más pueden los sueños
que llevan a esta nave
rumbo al olvido.


 
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08 enero 2006,23:50
Del suelo a la luna
Coges mi mano y la aprietas. – No te sueltes. – Me dices. Yo te sonrío, sabes que no me voy a soltar, me llevas al parque, estoy alegre. Siempre me han gustado los parques, y tú lo sabes. Contemplo los árboles, y huelo la humedad del césped debida a la lluvia que ya por suerte ha cesado, pero aunque ya no llueve, el parque está vacío ¡Es de noche! Y sólo tú tienes las llaves para abrirlo.

- Móntate en el columpio, nene. – Me dices sonriente.

Yo, corriendo me dirijo al columpio y me siento. Tú te colocas detrás mía y pones tus manos en mi espalda, ¡me vas a balancear! – ¡Qué bien!. – Pienso. Eres consciente de lo bien que estoy a tu lado, sabes que estoy contento de estar aquí, y eso te alegra a ti también. Poco a poco vas empujando más fuerte, sin girar la cabeza puedo ver la luna y las estrellas.

- ¿Y si te dijera que la puedes tocar? – Me preguntas sorprendiéndome.
- No se puede. – Le replico muy seguro.
- Para el columpio y bájate. – Me dices en tono risueño.

Paro el columpio y me bajo, ella se monta y hace un gesto con las manos tocando con ellas sus piernas para que me sentara en éstas. Asiento con la cabeza y me subo en sus piernas, ella me sujeta para que no me caiga y empieza a balancearse, cada vez más y más fuerte, las cadenas que sujetan el asiento comienzan a chirriar, parece que se fueran a romper... Yo asustado cierro los ojos...

- ¡Abre los ojos! – Me gritas al instante. – Y tócala...

Sonrisas

...

¡Ring! ¡Ring! ¡Ring!

- Buenos días, nene, ¿has dormido bien?
- Sí, y he tocado la luna abrazado a ti...



 
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07 enero 2006,14:47
Caída

He vuelto a caer, pero esta vez en un pozo demasiado hondo y estrecho, se han roto mis alas, y las manos que intentan rescatarme no alcanzan a agarrar la mía. Escucho sonidos, voces, y de entre todas soy capaz de distinguir la tuya. Siento vergüenza, me siento mal; estoy en este pozo por no hacerte caso, me advertiste, pero ya era tarde, no pude dar marcha atrás, no fui capaz de hacerlo, algo me impedía dar marcha atrás. De repente dos manos se acercan a mí más de lo normal, han podido acariciar las yemas de mis dedos. – ¡Cuidado, no os vayais a caer! – Les grito. Apenas puedo saltar para alcanzarlas, no soy capaz de levantarme, pero el hecho de ver como sus manos siguen ahí, me da fuerzas, quieren sacarme y yo no puedo seguir aquí así, debo intentar alcanzar sus manos. Pasan las horas y sigo intentando levantarme y saltar. No puedo, me echo a llorar y se pone a llover.

- Nene, joder, no llores. – Me dices con una voz casi imperceptible, lo tuve que leer de tus labios.
- Venga angelito, arriba. – Me dice la otra voz.

El agua de la lluvia empapa mi cuerpo, y yo no puedo parar de llorar, la lluvia me trae recuerdos... en cada gota veo su rostro... No paro de llorar. Quisiera olvidar, pero no puedo, ¿cómo voy a olvidar aquellos momentos? Haría lo que fuera porque volviera, pero no, no va a volver, y yo debo resistirme, no la llamaré, no, no la buscaré, si vuelvo a caer en el mismo pozo, una de esas dos manos que intentan salvarme no estará nunca más. Quizás lo pasé bien, sí, lo pasé bien, pero ha desaparecido, se ha ido, no quiere saber más de mí, y me ha hundido, me ha hecho llorar sin importarle, ni siquiera me ha mandado un sms preguntándome, aunque tampoco lo quiero, ni que me llame, nada. Tú, sí, tú, la dueña de esa suave mano y voz, tú siempre estás ahí, aunque me equivoque, aunque falle, aun habiéndote fallado, y me conoces bien, sabes bien cómo soy y cómo estoy ahora, tú lo entiendes todo, perdonas y tu mano no saldrá de la boca del pozo hasta que no tengas mi mano agarrada y me saques, lo sé.
De repente mis alas rotas caen al suelo encharcado de aquel pozo y doy un grito de dolor.

- ¿Qué te pasa? – Me preguntan.
- Mis alas, se me han caido. – Les contesto.
- Nene, tus alas están en tu corazón, en tu espíritu, en ti. – Me dices.
- Sí, pero...
- Ni pero ni nada, nene, salta, vamos.

Cojo impulso para intentar llegar a sus manos de un salto pero no consigo llegar. Ella de repente se sube encima de la boca del pozo.

- ¿Qué haces? – Le pregunto.
- No lo sé, yo no quiero estar aquí, no quiero caerme, algo me mueve...

De repente te salen unas pequeñas alas blancas preciosas en la espalda, yo sabía que eras mi ángel, lo sabía. Echas a volar y bajas a sacarme, me das un abrazo y acaricias mi mejilla, yo te abrazo muy fuerte y apoyo mi cabeza en tu pecho, me dejo llevar por ti, me has devuelto la vida. Al salir nos encontramos a la otra chica que quería sacarme de allí, esa que tanto me hace sonreir, me anima, me apoya, no deja que me hunda, es un cielo, ella es... la dueña de la otra mano...

* Gracias a esas dos personas que tanto me están ayudando, ellas saben quiénes son.
 
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04 enero 2006,13:13
5 extraños hábitos tuyos
Reclamado por Nessie, continúo el juego.

Reglamento: El primer jugador de este juego inicia su mensaje con el título "5 extraños hábitos tuyos", y las personas que son invitadas a escribir un mensaje en su respectivo blog a propósito de sus estraños hábitos deben también indicar claramente este reglamento. Al final, debéis esciger 5 nuevas personas a indicar y añadir el link de su blog o diario web. No olvidéis dejar un comentario en su blog o diario web diciendo "Has sido elegido" (si aceptan comentarios) y decidles que lean el vuestro.

1) Pegar la cama a la pared.
2) Afeitarme duchándome.
3) Peinarme con las manos.
4) Mezclar dulce con salado; ej: Yogurt y después patatas y cosas así.
5) Trepar por los árboles.

Para continuar al juego elijo a:
Vigapropio
Emma
Nata
Sarita
Seds

Villaykorte está llevando a cabo una cruzada contra todas las cadenas del mundo mundial (si necesitas a alguien con mala leche, avísame) por lo tanto no puede continuar el juego, elijo por lo tanto a Jaime para que lo sustituya.
 
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