como dos pequeñas piedras,
como dos ventanas abiertas,
como dos nubes de algodón,
como dos velas encendidas,
como dos estrellas que en el cielo titilan;
lava y volcán,
dos ríos que se han unido
para llegar al mismo mar.
Como dos notas que suenan en un piano,
como lluvia que moja y que empapa,
cómplices del amor.
Así somos tú y yo,
tan iguales, tan distintos…
almas gemelas,
las dos mitades de un gran todo;
mas yo nada sería ya sin ti,
ni siquiera podría ser yo.
Te amo, Patri.
Tu risa es como el eco de
como los arrullos de dos tórtolas enamoradas,
como el trinar de una bandada de pajarillos.
Tu risa es una infinita fuerza que me penetra,
que me arrolla como una cascada a una pequeña piedra
arrastrándola a un mar de sueños.
Tu risa es como un viento huracanado,
que a su paso todo lo barre,
sembrando alegría y felicidad.
Tu risa, la que me envuelve en blancas sábanas,
la que me acerca de rodillas al cielo,
la que rompe mi paz, la que no tiene dueños.
Tu risa de fresas, tu azucarada risa,
es por tu risa por la que yo muero,
es por tu risa, por la que con placer me entrego.