07 mayo 2007,14:29
¿Y a mí qué?
Porque sí, porque lo digo yo. A quien no le guste, ahí tiene los campos en flor y las calles gobernadas por farolas. Me gusta vivir ilusionado, sí, y planear sin ilusión, y mientras planeo, no hacer nada. Resistir los envites a chica y a grande, no llevo nada, pero llevo el marcador. Conozco a gente intolerante, infelices que se creen libres, cuando la tolerancia es básica para serlo. ¿Cómo iba a criticar yo al comunismo si no hubiera leído la teoría? Ahora es cuando me tachan de fascista. A tomar por culo, el capitalismo también es una mierda ahora que soy trabajador. Ninguna teoría es perfecta, y mientras los políticos nos engañan, nadie construye un caballo de troya, será que nadie leyó la Eneida, o que prefieren seguir un sendero, digamos, socialmente correcto. Y el que no lo sigue es que está loco. Y mientras antes nos quemaban, ahora nos dejan fuera, lo que no sé es de dónde. A mí que me excomulguen, ya ves. Será que soy un irresponsable, vivo del aire, y soy el padre del hijo que no he tenido, y que quiero como si nunca lo fuera a tener. Me desboco cuando quiero, miento y digo la verdad, robo manzanas del árbol prohibido, duermo con el viento, o en camas de nubes de algodón. Si a los demás les preocupa seguir un protocolo que nadie ha firmado, yo soy como quiero ser, ahora y con 40 años. Un facha de mierda, y un anarquista rebelde, alguien libre, un embustero, un golfo, un vividor, me gustan las mujeres y el vino sin ser Julio Iglesias, soy inconformista, ávaro y egoísta, un envidioso, un traidor, el mismísimo Caronte, un don nadie, que ni es alguien ni es don y también un chalado y un borracho, total, ya puestos. Aunque sinceramente, prefiero que me juzguen todos aquellos que realmente me conocen.

No me pondré a la altura de esa persona a la que no quiero ni mentar. Ya te perdoné, estoy fuera de tu vida y tú de la mía. No te perdoné porque debiera, tampoco porque quisiera y ni siquiera porque lo merecieras. Simplemente lo hice porque soy libre, y tengo poder para hacerlo. Al fin y al cabo ya no puedes hacerme daño. Eso sí, si algo te falta, este no es lugar para que vengas a buscarlo. Lo siento.

Como no me gusta que el post acabe así, doy gracias al árbol por la manzana, al aire por el viento, a los niños por enseñarme a sonreír y a llorar por cualquier tontería, al amor por amor, al querer por querer, a Eva, a Vicky, a Dani, a Toño, a Diana, a Soraya, a Oscar, a Iria, a Estefanía, a Sabina y al Chinato, a los que me leen, a los que me comentan y a las madres que parieron a todos los que pese a ser un gilipollas, están a mi lado y nunca sé cuántos son. Y ¿por qué no?, a los que me insultan y critican, que me hacen más rebelde y más cabrón. A ti también, señorita E. al fin y al cabo no eres mala persona y te aprecio un montón.


Seguiré… otro día.


Os quiero... a los que os lo merecéis.

Peritura Troia

 
posted by R.M Gómez | Permalink |


2 Comments:


  • At 6:00 p. m., Anonymous Anónimo

    Y yo te quiero a ti porque te lo mereces y por mil motivos más.
    Besos.
    P.D: Me encanta este post :)

     
  • At 10:33 p. m., Anonymous Anónimo

    bien dicho!! porque no hay persona más valiente que la que se atreve a ser como es, reconociendo sus fallos y virtudes!!

    gracias a ti, por estar cuando lo necesite y no estar cuando me hacia falta que asi fuera! :D
    ya sabes que yo te quiero muxo no? pues lo dicho, aqui tienes una amiga :P
    besitos!!! ;P