17 junio 2007,13:37
Involución
Nada, eso es lo que hemos aprendido del pasado. Absolutamente nada, la sociedad sigue anclada a la mentalidad del s. XX, tal vez uno de los peores de la historia de la humanidad: Hitler, Mussolini, Franco, dos guerras mundiales, una civil en España. A este paso y parafraseando a mi buena amiga Bea, la Tercera Guerra mundial llegará irremediablemente. La sociedad continúa preocupada por las buenas maneras aunque estén vacías, sigue de moda la risa estúpida para salir de cualquier situación, y si tienes dinero, puedes huir de todo con las drogas. Definitivamente la vida es una mierda, y a mí cualquier situación me recuerda a la fábula sobre un lobo y un cordero que bebían agua del mismo río. El lobo le preguntó al cordero que por qué enturbiaba su agua y le respondío éste: No enturbio tu agua, ya que bebes más arriba que yo, y el agua corre de ti a mí. El lobo le preguntó ¿Te atreves a contradecirme? Y sin más devoró al carnero.
Así es, y no lo podemos negar. Si alguien tiene poder, da igual que haga bien o mal las cosas, da igual que se equivoque o no. Seguimos permitiendo eso, y seguimos creyendo en la democracia, que a los únicos que da dinero es a los políticos. Nos tienen engañados, nos hacen creer que necesitamos la política cuando realmente es la política la que nos necesita a nosotros. A modo de una gran empresa: arriba de la cúspide hay una persona que no produce nada pero manda mucho, es lo que hace tener dinero; un poco más abajo un presidente, un vice-presidente, directores y gente dispuesta a lamerle el culo al que manda sobre todos ellos, porque es el que tiene dinero; me saltaré unos pasos y diré que abajo están las hormiguitas, los trabajadores, los que ganan lo mínimo. ¿Realmente la empresa funciona por el que está arriba? ¿Por el presidente? Si eso fuera así ¿qué pasa en una empresa si absolutamente todos los trabajadores se niegan a ir? Pasa que se va a pique, quiebra, a tomar por culo, porque realmente el poder lo tienen los que están, los que siempre están, los que hacen y producen.
Sinceramente, estoy muy deprimido. Vivo en una sociedad con usos totalmente diferentes a los míos, a veces me siento fuera, pero me alegro en el fondo. Yo sé cuál es mi última copa, sé rechazar porros y farlopa, aunque todos a mi alrededor se lo estén pasando pipa y yo me aburra. Porque esa no es manera de divertirse, al menos no para mí, pero está claro que soy el raro, el aburrido, el deprimido, el incomprendido. Y encima amo a esa mujer sin motivo ni condición, y me toman por un loco. Lo siento mundo, no sé si estaré loco o no, pero aunque ahora esté llorando, que ella exista es una de las principales razones por las que escribo algo así.
Cuanto me gustaría poder renegar de mi siglo, aunque fuera volviendo al romanticismo del s. XIX, al menos moría más gente por amor que por balas de odio.

Nihil est in intellectu quod prius non fuerit in sensu

 
posted by R.M Gómez | Permalink |


1 Comments:


  • At 4:03 p. m., Blogger Cripto

    Te comprendo amigo mío, hay que escupir a la realidad para no ser como los demás.

    Sí, estás loco, pero afortunadamente no tanto como Yo.

    saludos desde el infierno.